miércoles, 17 de agosto de 2011

Aprenda poses básicas de yoga para padres e hijos

Adultos y niños se pueden unir en torno a esta disciplina. Aquí, cinco alternativas.

El yoga para los niños debe ser una actividad divertida con la que puedan explorar su creatividad, hacer ejercicio y relajarse. Con esa frase, Lina Navia, maestra de yoga colombiana radicada en Los Ángeles (EE. UU.), resume la importancia de la práctica de esta disciplina en familia, la misma que ella enseña a comunidades hispanas de ese país.

Con su experiencia de más de 10 años, sacó un DVD en el que dedica un capítulo especial al yoga con niños. Explica Navia que los menores practican yoga de diferentes maneras, de acuerdo con su edad. A los pequeños (de 3 a 8 años) se les llega a través de historias y aventuras generalmente relacionadas con la naturaleza, que los divierten mientras fortalecen su cuerpo, crean autoestima y aprenden a relajarse. Para los más grandes (de 8 a 12 años), la práctica se acerca más a la de los adultos, ya que pueden permanecer más tiempo en una determinada pose o pueden lograr poses más avanzadas. También son más conscientes de su cuerpo y de su mente y pueden aprender el yoga como algo que los acompañará el resto de sus vidas.

En general -dice la experta- es una práctica que les va a enseñar a conocerse y a quererse como son, y a manejar su cuerpo y cuidar de él. Las siguientes posiciones son ideales para que las practiquen padres e hijos.

1. El sapo

Es muy divertida, ya que los niños pueden sacar la lengua y saltar. A la vez, trabajan el sistema cardiovascular, fortalecen las piernas y estiran la cadera.

2. El perro y la cobra

La postura del perro sirve para estirar la espalda y fortalecer piernas y brazos. La cobra, para abrir el pecho y mejorar la postura. Los codos van cerca del cuerpo y los hombros lejos de las orejas. A los niños les gusta porque pueden sacar la lengua y hacer sonidos de serpiente.

3. El árbol

Esta postura es de balance y le ayuda a los niños a ganar concentración. Además es muy divertida porque se caen, se ríen y lo vuelven a intentar.

4. El guerrero

Esta pose inspira a los niños a sentirse fuertes y valientes. A nivel físico, les ayuda a fortalecer las piernas y los brazos, así como a mantener una buena postura con el torso recto.

5. La roca y la lagartija

La de la roca es de descanso y sirve para aliviar y estirar la espalda baja. Es ideal para enfocar la respiración en la parte de atrás de los pulmones y para que los niños sean conscientes de ella. La de la lagartija, ayuda a abrir el pecho y relajar el cuello y los hombros. La respiración se enfoca en el pecho.

Beneficios de esta disciplina
Control, respeto y armonía, entre los principales

La jornada se inicia estirando piernas, brazos y rotando la cabeza. Niños y adultos deben vestir ropa cómoda y suelta. Es mejor usar tapetes de yoga. Se puede practicar en el parque o en la casa. Las sesiones deben ser cortas, de 15 minutos. No debe esperar que los niños hagan las poses perfectamente, ya que se trata de una introducción para que el yoga los acompañe el resto de sus vidas.

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