Según su propietaria, Laura Valderrama, el concepto del lugar era, en un principio, "ofrecer cafés y postres en la mañana para la gente que trabaja por el sector".
Sin embargo, estar rodeado de bares y discotecas hizo que se decidiera a ampliar su carta con cocteles y que se convirtiera en el punto de inicio de la rumba.
En el día, Coffee Shop 84 tiene sándwiches, pasteles de dulce y de sal, muffins y cheesecakes, así como un espacio para hablar con los amigos o para leer.
Por la noche, el ambiente cambia y la música se vuelve más rumbera, con ritmos más electrónicos, un poco de indie y uno que otro reguetón.
Y aunque no es un sitio en el que se trasnoche, la propuesta de Coffee Shop 84 es comenzar la rumba anticipadamente, tomándose un coctel tradicional como el mojito o el margarita.
En su carta también están el coctel primavera, que tiene tequila, hierbabuena y café, y el frostoast, que ofrece una mezcla de vodka, café y helado.
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