Al llegar a la vivienda, los padres de Javier Mauricio Montoya Zapata informaron a los uniformados que su hijo había sido asesinado en agosto de 2009.
“A la misma semana que a mi hijo lo mataron llegó un funcionario del Inpec a reclamar a la partida de defunción… se le entregó y se la llevó. Hace 15 días vino el mismo señor, vestido de civil, diciendo que iba a pasarle revista a Javier Mauricio”, explicó Rafael Montoya.
Agregó que los funcionarios del Inpec los perturban con las absurdas y repetitivas visitas a su hogar.
Cuatro miembros de la entidad penitenciaria se trasladaron desde Bogotá a Barranquilla para pasar revista por primera vez al individuo que gozaba de detención domiciliaria en el barrio Villa Estadio.
Al llegar a la vivienda, los padres de Javier Mauricio Montoya Zapata informaron a los uniformados que su hijo había sido asesinado en agosto de 2009.
“A la misma semana que a mi hijo lo mataron llegó un funcionario del Inpec a reclamar a la partida de defunción… se le entregó y se la llevó. Hace 15 días vino el mismo señor, vestido de civil, diciendo que iba a pasarle revista a Javier Mauricio”, explicó Rafael Montoya.
Agregó que los funcionarios del Inpec los perturban con las absurdas y repetitivas visitas a su hogar.
Al llegar a la vivienda, los padres de Javier Mauricio Montoya Zapata informaron a los uniformados que su hijo había sido asesinado en agosto de 2009.
“A la misma semana que a mi hijo lo mataron llegó un funcionario del Inpec a reclamar a la partida de defunción… se le entregó y se la llevó. Hace 15 días vino el mismo señor, vestido de civil, diciendo que iba a pasarle revista a Javier Mauricio”, explicó Rafael Montoya.
Agregó que los funcionarios del Inpec los perturban con las absurdas y repetitivas visitas a su hogar.
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